Racine Ccs

Monday, February 12, 2018

Tres Anuncios por un Crimen (Three Billboards Outside Ebbing, Missouri).



Mildred (Frances McDormand) es una mujer cuya hija fue violada y asesinada. Después de siete meses sin ningún avance en el caso (cero pistas, sospechosos, etc) la frustración de la mencionada madre la hace arrendar tres vallas de gran tamaño donde imprime mensajes sobre la muerte de su hija y la incapacidad de la policía local, liderada por el Sheriff Willoughby (Woody Harrelson), para resolver el crimen. Esto genera una conmoción social dentro de Ebbing (pueblo donde residen todos los personajes de la historia) que desata una guerra entre la mayoría de sus habitantes y nuestra protagonista. Uno de los antagonistas principales de Mildfred es el oficial Dixon (Sam Rockwell), asistente de Willoughby, cuyo comportamiento como representante de la ley es altamente cuestionable.

Esta es la historia que cuenta “Tres Anuncios por Un Crimen”, una película mordaz, maravillosamente escrita, que presenta una durísima tragedia humana y la desarrolla con ingenio y un humor negro que desafía todo tipo de convencionalismos. El relato toma caminos insospechados tocando diversos temas con una agudeza sorprendente.

Los diálogos son picantes, crudos, dolorosos y, en muchas ocasiones, extremadamente jocosos. El director inglés Martin McDonagh (“In Bruges”, “Seven Psychopaths"), quien también firma el guion, construye todas las situaciones de su pieza con un sarcasmo inspirador. Todos los personajes centrales son tridimensionales y sufren cambios que hacen que la audiencia transforme sus percepciones iniciales. Situaciones que pueden parecer absurdas terminan teniendo razón de ser y brindan una perspectiva valida sobre distintos tópicos.

Los elementos de producción son de altísima calidad y McDonagh los utiliza con precisión para representar la cotidianidad de las pequeñas poblaciones rurales del Medio Oeste norteamericano. El director se preocupa por hacernos partícipes de un estilo de vida muy diferente, en ritmo y mentalidad, al de las grandes ciudades.

El personaje de Mildred es el motor y desencadenante de todo lo que transpira en pantalla y Frances McDormand lo interpreta con una maestría indiscutible. La actriz presenta a una mujer herida, dura, que necesita con urgencia un cierre al episodio más traumático de su vida, y está determinada a llegar a las últimas consecuencias. Su labor aquí es impresionante. El gran Sam Rockwell nos regala el mejor trabajo de su carrera. El actor le da vida a un personaje moralmente ambiguo, violento, a simple vista despreciable y poco inteligente, que poco a poco (después de múltiples errores) va encaminándose hacia cierta redención. Woody Harrelson utiliza su natural carisma para regalarnos a un Jefe de Policía decente, responsable, y querido, que además de lidiar con la actitud retadora de Mildred, debe enfrentarse a una dura realidad personal. Aunque su intervención es más corta que la de sus ya mencionados compañeros, es igual de memorable. John Hawkes, Peter Dinklage, Abby Cornish, Caleb Landry Jones, y Lucas Hedges completan el reparto de manera impecable.

“Tres Anuncios por un Crimen” es una tremenda amalgama de drama y comedia incisiva que habla sobre las formas, a veces impredecibles, a las que recurrimos los seres humanos para resolver los asuntos más delicados que nos presenta la vida. Venenosa e inolvidable. Una verdadera joya.



Ramiro Cardozo B.-

Wednesday, February 07, 2018

La Forma del Agua (The Shape of Water)

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Después de haber realizado la no muy sólida y pobremente recibida “La Cumbre Escarlata” en el año 2015, Guillermo Del Toro regresa a la silla de director, con sus fortalezas artísticas repotenciadas, regalándonos “La Forma del Agua”. La película cuenta la extraña relación romántica entre una mujer muda (Sally Hawkins), que forma parte del personal de limpieza de un componente militar secreto, y una extraña criatura que se encuentra prisionera para ser estudiada científicamente en la misma instalación.

Del Toro sigue con su sello de autor combinando mundos extraños y seres fantásticos con una emotividad que escudriña los sentimientos humanos más elementales. En “La Forma del Agua” los héroes de la historia son seres marginados, y diferentes, que buscan encontrase a sí mismos o ser comprendidos por su entorno: La pareja protagónica ya mencionada, un hombre sesentón (Richard Jenkins) que reprime su homosexualidad y se refugia viendo viejos musicales de Hollywood, una mujer de color (Octavia Spencer) en una era de prejuicios raciales que además tiene que soportar la indiferencia de su marido, y un espía ruso (Michael Stuhlbarg) que comienza a cuestionar sus lealtades y cuyo verdadero amor es la ciencia. Y por supuesto, estos personajes tienen una titánica oposición representada por un General Norteamericano (Nick Searcy) y su despiadado Jefe de Seguridad (Michael Shannon).

La obra crea un contexto atípico, misterioso, y en ocasiones muy peligroso, donde su poco probable romance central termina luciendo creíble e incluso lógico. En otras palabras, se construye un mundo con tanta eficiencia que los espectadores terminan envueltos en sus particularidades.

El filme está lleno de poesía visual y sonora. La cinematografía, diseño de producción, música, y efectos visuales y de sonido son de primera línea creando momentos de estética sublime. Un aspecto que vale la pena mencionar es la habilidad con la que Del Toro combina lo hermoso con lo grotesco. El filme tiene una atmosfera bella y evocadora que se intercala con episodios sangrientos o de violencia y el cineasta logra balancear estos elementos de manera admirable. También cohesiona romanticismo cándido con dosis bien administradas de sexualidad.

El reparto es sencillamente impecable. Sally Hawkins brilla en el papel principal transmitiendo todo su mundo interno a través de una gestualidad que pareciera ser más clara que las palabras. Un trabajo inolvidable. Richard Jenkins sigue demostrando su extraordinaria habilidad de desaparecer en la piel de sus personajes. Octavia Spencer nos ofrece una simpática y sólida interpretación, aunque se podría decir que es una variación de trabajos anteriores. Sin embargo, su importante aporte en esta pieza es innegable. Michael Stuhlbarg se desenvuelve muy bien en el rol de un hombre con dos identidades. Finalmente, y no menos importante, está Michael Shannon que se luce en el papel de villano ilustrando las retorcidas convicciones de su personaje.

“La Forma del Agua” es una fábula adulta llevada a la pantalla con gran oficio y dedicación. Fantasía con conectores de realidad. Una excelente obra que sin duda pasa a ser uno de los títulos más relevantes en la carrera del famoso realizador mexicano.



Ramiro Cardozo B.-

Monday, February 05, 2018

The Disaster Artist



Hay películas tan malas, con tantos errores en todas sus áreas, que terminan siendo comedias no intencionales. Incluso convirtiéndose en títulos de culto con una sustancial cantidad de admiradores. Este es el caso de la película “The Room”, estrenada en el año 2003 y escrita, producida, dirigida, y protagonizada por Tommy Wiseau. El mencionado y distintivo individuo, a pesar de su extraño comportamiento y su innegable ineptitud como realizador, logró materializar su sueño de llevar su visión a la pantalla grande.

Lo anterior es la premisa de “The Disaster Artist” dirigida y protagonizada por James Franco quien adapta su relato del libro "The Disaster Artist: My Life Inside The Room, the Greatest Bad Movie Ever Made" escrito por Greg Sestero (amigo de Wiseau y co-protagonista de “The Room”).

La historia de Wiseau (interpretado por el propio James Franco) y la realización de su película se prestan para muchos momentos humorísticos que son abundantes en esta pieza y que en su mayoría funcionan bien. Pero la obra no es esencialmente una comedia. Franco no construye una mera parodia, sino que se preocupa por humanizar a su personaje central, exponiendo su vulnerabilidad, frustraciones, e inseguridades. También muestra los aspectos positivos de Tommy, como su constancia, pasión, y valentía al seguir adelante a pesar de que su entorno lo consideraba un chiste.

“The Disaster Artist” merece ser vista por mostrarnos a un personaje aparentemente destinado al fracaso que termina revirtiendo apreciaciones logrando entrar en el mundo, cínico y no siempre amable, del espectáculo. También nos ofrece la mejor actuación de James Franco desde “127 Horas”. El actor logra emular a la perfección el extraño acento y formas de expresión de su personaje, además de preocuparse por mostrar sus distintas facetas como ser humano alejándose de lo que fácilmente pudo ser, en manos menos capaces, una caricatura. 

Ahora, la película ha estado en la lista de muchos críticos como una de las mejores del año 2017. En este particular no estoy de acuerdo. Sin restarle méritos a lo mencionado en el párrafo anterior, creo que también hay algunos aspectos que no son nada positivos. El importante papel de Greg Sestero es interpretado por Dave Franco (hermano de James). Esta interpretación es bastante mediocre, en mi humilde opinión. Dave se ve muy sobreactuado en la mayoría de sus escenas, sobre todo en aquellas en que su personaje muestra entusiasmo por su alianza con Tommy y su participación en su película. También en sus escenas dramáticas, aunque en menor grado, el actor muestra una insuficiente capacidad para sacar adelante a su personaje. También hay varios cameos (Melanie Griffith, Zac Efron, Sharon Stone, Josh Hutcherson) que, en lugar de enriquecer la historia, distraen la atención sobre lo que está ocurriendo en pantalla. Por otro lado, hay un momento que las particularidades del personaje central se hacen repetitivas y comienzan a cansar (esto es una falla de guion, y no del trabajo de James Franco).

En conclusión “The Disaster Artist” es una obra interesante que cuenta una historia muy peculiar que vale la pena conocer, además de ofrecer a un James Franco inspirado en su actuación protagónica. Sin embargo, presenta varias inconsistencias que no permiten que sea una experiencia totalmente satisfactoria.



Ramiro Cardozo B.-

The Big Sick



La comedia romántica, en mi opinión, es uno de los géneros cinematográficos menos imaginativos del cine norteamericano actual ya que generalmente responde a fórmulas desgastadas que cuentan la misma historia sin ningún elemento distintivo. Pero, afortunadamente, toda regla tiene su excepción y en este caso se titula “The Big Sick”.

La película, dirigida por Michael Showalter y escrita por Emily V. Gordon y Kumail Nanjiani, quien también asume un rol protagónico, cuenta la historia sentimental entre Kumail (el propio Nanjiani) y Emily (Zoe Kazan). La pareja viene de culturas y formaciones diferentes: Ella forma parte de una familia norteamericana con padres de mentalidad liberal, y él es un comediante de origen pakistaní, tratando de abrirse camino en el mundo del Stand Up, cuya familia es en extremo tradicional.

La pareja emprende su interacción de una manera fluida y orgánica hasta que sus diferencias culturales comienzan a generar problemas. Adicionalmente se presenta una emergencia médica que obliga a Kumail a relacionarse, de forma poco ortodoxa, con los padres de Zoe (interpretados por Holly Hunter, y Ray Romano), y a enfrentar las discrepancias que tiene con su propia familia.

Todo lo anterior es manejado con gran ingenio y un humorismo que habla con elocuencia sobre las percepciones, muchas veces erradas, que tenemos acerca de nuestras diferencias (de pensamiento, culturales, o simplemente de apariencia personal). La película juega con estas percepciones y nos regala momentos que mezclan risa y drama con sorprendente habilidad. El filme está basado en la relación amorosa de la pareja de guionistas, y tal vez esta es una de las razones por las cuales la pieza luce tan creíble.

El elenco realiza una labor a prueba de balas. Kumail Nanjiani emana sensibilidad e inteligencia demostrando un gran instinto para la comedia aguda. La talentosa Zoe Kazan, como Emily, nos regala un personaje dulce, interesante, y de buen corazón. Aunque su participación en pantalla es menor que la de su mencionado compañero, su desempeño está totalmente a la par en términos de calidad. Ray Romano nos brinda a un padre preocupado y sensible, con algunos remordimientos por errores pasados. Su intervención es divertida y transmite sinceridad. El cuarteto principal lo completa Holly Hunter en una actuación espectacular. La actriz se roba todas las escenas en las que participa, construyendo a un personaje ético, entretenido, y lleno de energía. Me pareció criminal que la Academia la privara de una nominación a Mejor Actriz de Reparto por este trabajo.

En mi opinión “The Big Sick” es una contundente ráfaga de aire fresco para un género que en ocasiones parece estar estancado. Una película muy bien hecha que nos ofrece una gran dosis de humanidad y nos dice que reír es el mejor remedio en los momentos más adversos.


Ramiro Cardozo B.

Dunkerque (Dunkirk)



En el año 1940, tropas aliadas, en gran parte soldados ingleses y un número menor de combatientes franceses, se encontraban arrinconadas en las playas de la ciudad francesa de Durkerque, siendo blanco fácil de los ataques de las fuerzas alemanas. Este, prácticamente indefenso, contingente militar necesitaba ser evacuado de la mencionada costa para no ser masivamente masacrado. La evacuación se hacía extremadamente cuesta arriba debido a que la fuerza naval inglesa no podía sacrificar todos sus barcos en una situación donde su vulnerabilidad era total. En una acción absolutamente heroica, un grupo de ciudadanos ingleses salieron al mar, en embarcaciones civiles, para tratar de rescatar a la mayor cantidad de hombres posible. Esta es la historia que cuenta “Dunkerque”, la última película de Christopher Nolan (Memento, The Dark Knight. Inception, e Interstellar, entre otras).

Los relatos de guerra llevados a la pantalla, sobre todo aquellos que se centran en batallas específicas, tienden a ser visualmente explícitos mostrando la carnicería humana de la que son víctimas los combatientes (“Salvando al Soldado Ryan”, y más recientemente “Hasta el último Hombre” son ejemplos de esto). Nolan busca una opción diferente, menos grafica en la ilustración de los efectos de las balas cuando tocan la carne humana, pero no por esto menos contundente.

El foco del talentoso director es mostrarnos la incertidumbre, profunda desesperación, y ese sentimiento de urgencia e inmediatez que se requiere para tratar de revertir una situación que se presenta como insalvable. El miedo a las posibles consecuencias, el instinto de supervivencia, las dudas ante una realidad implacable, y las diferentes aristas del valor y la cobardía, son los elementos que “Dunkerque” expone de manera clara y a un ritmo frenético.

El relato su construye en tres escenarios diferentes (Tierra, Mar, y Aire). Los acontecimientos históricos que tuvieron lugar en cada uno de estos escenarios se desarrollaron con duraciones de tiempo diferentes: Una semana en tierra, un día en mar, y una hora en aire. Nolan mezcla estos tiempos, sin cronología, cohesionando de manera maestra todo lo que ocurre en estos distintos espacios y entrelazándolos para generar una enorme tensión.

Aparte del impresionante manejo de los tiempos, y una edición superlativa, el relato está cargado de humanidad (con sus debilidades y fortalezas). Los personajes que habitan la historia son creíbles y sus acciones generan el interés constante de la audiencia. Esto hace que la experiencia sea tanto emotiva como sensorial.

El cast que incluye nombres establecidos (Tom Hardy, Kenneth Branagh, Mark Rylance, y Cillian Murphy), y jóvenes talentos (Fionn Whitehead, Barry Keoghan, Tom Glynn-Carney, y Harry Styles) realiza una uniforme y excelsa labor.

“Dunkerque” es un estupendo logro cinematográfico y uno de los títulos bélicos más significativos, y originales, de los últimos años. Me atrevo a decir que tal vez sea la película técnicamente mejor lograda del 2017. Una gran obra de un director con un talento verdaderamente privilegiado.



Ramiro Cardozo B.-

Wind River



Corey Lambert (Jeremy Renner) es un cazador de depredadores que se encuentra tras la pista de un puma y sus crías, que han estado mermando el ganado dentro de la reservación india de Wind River, en el agreste Estado de Wyoming. En este proceso nuestro protagonista encuentra el cuerpo sin vida de una joven india quien exhibe indicios de violación. A partir de allí comienza una investigación llevada a cabo por la inexperta agente del FBI Jane Banner (Elizabeth Olsen), y Ben (Graham Greene) veterano jefe de la policía local. Jane solicita la asistencia de Corey en el caso, tomando en cuenta su amplio conocimiento de la zona y su habilidad para seguir rastros.

Taylor Sheridan (autor de los excelentes guiones de “Sicario” y “Hell or High Water”) hace su debut como director en “Wind River” desarrollando la premisa del párrafo anterior con solvencia. Sheridan, que trabaja sobre su propio guion, comienza su relato de manera pausada, para después adentrarnos en una atmosfera de tensión que se va incrementando a medida que pasan los minutos.

Aunque esta obra puede enmarcarse dentro del género policial, la misma tiene elementos dramáticos y sociales que la enriquecen y la convierten en algo más que un simple entretenimiento donde el premio final es descubrir al asesino. “Wind River”, además de presentarnos la evolución de un caso criminal, nos expone lo desasistidas que se encuentran las comunidades indias en EEUU, y lo devastadora que puede ser la perdida abrupta y violenta de un ser querido a una edad temprana. Esto último se ilustra a través del personaje de Corey, cuyas motivaciones para asistir en el caso, además de conocer a la víctima y sus familiares, incluye haber vivido una experiencia similar en carne propia.

Otro elemento interesante en esta historia es como se utiliza el entorno geográfico y climático. Se podría decir que es un personaje más, que va moldeando las acciones de sus habitantes. El crimen que se intenta resolver es tan frío y violento como las condiciones del terreno en que el mismo fue cometido. También el carácter desconfiado, y poco efusivo, de los nativos es una consecuencia de este entorno.

El reparto realiza un muy buen trabajo. Jeremy Renner, como Corey, ofrece una de las mejores interpretaciones de su carrera construyendo a un hombre reservado, profesional, con un profundo sentido familiar, que ha tenido que aprender a afrontar una gran pérdida, y que ahora se ve obligado a revivirla. Elizabeth Olsen saca adelante un personaje que, a pesar de su juventud e inexperiencia, se sensibiliza ante todo lo que la rodea y está determinada a llegar a la resolución definitiva del misterio. Graham Greene, como un curtido Jefe de Policía, nos regala a un ser irónico, listo para responder con frases agudas, y acostumbrado a trabajar con los pocos recursos que recibe. El resto del elenco tiene una participación menor, pero muy eficiente.

“Wind River” es una película dura, pero muy bien narrada, que nos ofrece genuino suspenso y deja un buen espacio para la reflexión. También devela un futuro más que promisorio para Taylor Sheridan en funciones de director. Muy recomendable.



Ramiro Cardozo B.-  

Huye (Get Out)



Cris (Daniel Kaluuya) es un joven afroamericano de clase media que mantiene una relación de pareja con la bella Rose (Allison Williams). Ella pertenece una familia blanca con una privilegiada condición económica (Nota: Es importante señalar la etnicidad y las características socio-económicas de los protagonistas para explicar mejor la premisa). Rose convence a Cris para realizar un viaje de fin de semana, fuera de la ciudad, a la casa campestre de su familia y presentarlo oficialmente a sus padres (Bradley Whitford, y Catherine Keener). Una vez allí, se comienzan a presentar extrañas situaciones que involucran a la servidumbre de la casa (toda de origen afroamericano). Cris comienza a percibir los poco comunes comportamientos de los habitantes de la casa, y los vecinos de la zona, como excentricidades. Pero, poco a poco, esta impresión comienza a convertirse en una sensación de peligro que lo obliga a pedirle a Rose abandonar el recinto y regresar a la ciudad.

Sin revelar más detalles, lo anterior constituye la trama central de “Huye”. La película, escrita y dirigida por el comediante Jordan Peele, mezcla terror psicológico, comedia negra, y una satírica mirada a las relaciones interraciales en Norteamérica. Me dio la impresión que aunque Peele toca el tema de las relaciones raciales, lo hace sin ser muy ofensivo o realmente incómodo. Esto denota que su mirada como realizador tiene como objetivo final que su producto sea accesible para un público amplio. Esto no le resta originalidad y distinción a su propuesta, pero es un signo que el cineasta quiso nadar en aguas diferentes…pero no demasiado profundas.

Los veteranos Catherine Keener y Bradley Whitford, como los padres de Rose, visten a sus personajes de rareza, excentricidad, y una incertidumbre que mantiene al espectador intranquilo. Allison Williams, como Rose, emana una controlada sensualidad y maneja los cambios de su personaje de manera correcta. LilRel Howery, como amigo de Cris y su único contacto con el mundo exterior, realiza una muy buena labor siendo el generador de los momentos humorísticos de la pieza. Pero, sin restarle méritos a lo anterior, el motor histriónico de esta pieza es Daniel Kaluuya como Cris. El actor utiliza todas sus expresiones faciales, especialmente sus ojos, para transmitir todas las emociones de su personaje. Desde los momentos iniciales Kaluuya logra establecer una fuerte empatía con la audiencia. Este trabajo le valió una nominación a Mejor Actor para los próximos Premios de la Academia. Aunque creo que dos o tres actores que se quedaron por fuera eran más merecedores de la nominación, no dejo de reconocer que este es un trabajo muy sobresaliente.

“Huye” es una película diferente, tensa, y divertida, que para mí fue una experiencia satisfactoria. Sin embargo, no quiero terminar esta reseña sin decir que me parece un poco sobrevalorada. La he visto en muchas listas Top 10 del 2017, especialmente de críticos de EEUU, como la No 1. Creo que ubicarla como la mejor película del año es una verdadera exageración. Tal vez muchos críticos consideren que sea correcto apoyar a un filme con un tema racial en estos momentos de conflictos de opinión por la postura incomoda de Trump con respecto a esto. Me parece entendible, pero hay otras películas del 2017 que hablan sobre prejuicios y asuntos raciales y se encuentran mucho mejor logradas artísticamente (Ejem: “Tres Anuncios por Un Crimen” y "The Big Sick"). Dicho esto, “Huye” sigue siendo un título solido que merece ser visto.



Ramiro Cardozo B.-