Sin Nada Que Perder (Hell or High Water).
"Sin Nada Que Perder” (también titulada en algunos países latinoamericanos como “Enemigo de Todos”, o “Comancheria”) es un western moderno de modesto presupuesto que en mi opinión es una de las mejores películas norteamericanas del 2016 (Tal vez la mejor).
El filme cuenta la historia de los hermanos Howard,
Toby (Chris Pine) y Tanner (Ben Foster), que para no perder su granja familiar han
planeado varios asaltos a sucursales de un Banco local. Una vez que comienzan a
realizar los robos entra en escena el veterano oficial Marcus Hamilton (Jeff
Bridges) que, junto a su compañero Alberto Parker (Gil Birmingham), lidera la investigación.
Lo anterior es una premisa común, pero esta obra
maneja el tema con una perspectiva fresca, entretenida, y muy inteligente. La hábil
dirección de David Mackenzie y el cuidado guion de Taylor Sheridan brindan un
relato lleno de tonalidades que, de manera simple pero contundente, aborda temas
como la pérdida de identidad cultural, la dura situación económica de los estados
rurales de EEUU, el injusto trato que históricamente han recibido los indios
norteamericanos, la voracidad del sistema bancario, y los sentimientos
opresivos que generan la pobreza y la incertidumbre ante la jubilación. Nada de
lo anterior es expresado de manera tediosa, todo lo contrario. Muchos de los
temas mencionados son ilustrados a través de diálogos llenos de ingenio y
humor.
La construcción de los personajes es simplemente
maestra. Los individuos que mantienen la ley, y los que están fuera de ella,
son representados en sus distintas dimensiones. No se glorifica ni se sataniza
a ninguna de las partes. Las motivaciones de cada uno de los protagonistas se
expresan de manera clara y con autenticidad.
No se consigue una sola actuación floja en esta pieza.
Chris Pine y Ben Foster están perfectos como los hermanos Howard. Pine
interpreta al menor del par y cerebro del modus operandi de los robos. Él es
racional y calmado, pero no duda en reaccionar cuando la situación lo amerita.
Por su parte Foster es el musculo de los asaltos. Un ex presidiario con un carácter
volátil y violento capaz de hacer lo que sea por su hermano. La química entre
ambos es palpable y su interacción en pantalla fantástica. Del otro lado de la
ley está el gran Jeff Bridges que en su papel del Sheriff Marcus Hamilton nos
ofrece una actuación fenomenal. Bridges construye el retrato de un veterano de
mil batallas en puertas del retiro, astuto e intuitivo, que disfruta molestando
a su compañero Alberto con chistes raciales sin que esto disminuya el respeto y
afecto que siente por él. Gil Birmingham, el menos conocido del cuarteto protagónico,
tiene una sólida participación como Alberto. Sus escenas con Bridges se
desarrollan de manera muy natural y producen momentos jocosos y reflexivos.
“Sin Nada Que Perder” tiene elementos de Western,
Thriller, y Drama. Todo esto aderezado con una fuerte sensibilidad social. Una película
redonda, desde todo punto de vista, que divierte y hace pensar en igual medida.
Brillante.
Ramiro Cardozo B.-