Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima)
Después de entregarnos “La Conquista del Honor” que narra la visión de los soldados norteamericanos sobre la terrible batalla de Iwo Jima, el veterano director Clint Eastwood se ubica nuevamente en la isla japonesa para ofrecernos las intimidades del conflicto desde el punto de vista de los combatientes nipones. El resultado es “Cartas desde Iwo Jima”, una de las mejores películas de guerra que he tenido el privilegio de ver y una cita obligada para los amantes del cine profundo y honesto.
La construcción de la obra es verdaderamente sublime. La fotografía, dirección artística, y edición, son impecables y nos brindan una estética visual difícil de olvidar. Eastwood combina de forma maestra crudeza con lirismo logrando una cadencia narrativa que envuelve al espectador desde los minutos iniciales de la pieza.
El filme brinda un retrato humano de los guerreros japoneses que murieron en esta confrontación bélica y trata de romper con esa imagen de maquinas asesinas y suicidas desprovistos de miedo que el cine occidental les ha otorgado a lo largo de los años. Es cierto que existía la figura del suicidio y que los soldados estaban adoctrinados con un fanatismo nacionalista desmedido, pero eran individuos con dudas, temores, y seres queridos a los cuales añoraban. Eastwood no ignora las características que hicieron de estos hombres unos enemigos temibles, pero también se asegura de mostrar sus aspectos terrenales y las diversas formas de reaccionar de los soldados y oficiales ante la cercanía de la muerte.
Todos los actores involucrados logran interpretaciones dignas de elogios, destacando especialmente el estupendo Ken Watanabe (El Último Samurai) en el papel del General Kuribayashi, y el joven actor Kazunari Ninomiya el papel de Saigo, un joven soldado que valora mas su vida que las nociones de heroísmo y honor que sus superiores han tratado de inculcarle.
“Las Cartas de Iwo Jima” es una obra brillante que demuestra la sabiduría creativa de ese icono del cine norteamericano llamado Clint Eastwood. Una joya, y en mi opinión la mejor película de producción estadounidense del año 2006.
Ramiro Cardozo B.-