Amor Eterno (Un Long dimanche de fiançailles)
Hay ocasiones en las que al dejar alguna sala de cine me siento un poco decepcionado de haber sido testigo de algo que pudo ser grandioso y no lo fue. Este es el caso de “Amor Eterno” la nueva película del director francés Jean-Pierre Jeunet, artífice de la ingeniosa e inolvidable “Amelie”.
“Amor Eterno” cuenta la historia de Mathilda (Autrey Tautou), una joven francesa que al poco tiempo de terminada la Primera Guerra Mundial inicia una intensa y perseverante búsqueda que pretende hallar con vida a su amado novio, presuntamente fallecido en acción después de haber sido acusado de auto flagelarse para ser dado de baja. A través de la investigación de nuestra heroína, y con la ayuda de numerosos flashbacks, el filme va reconstruyendo los distintos eventos de guerra que fueron determinantes en la desaparición del ya mencionado joven.
Sin lugar a dudas, Jeunet es un maestro de las imágenes. La película cuenta con escenas de una magnificencia visual difícil de encontrar con frecuencia. La dirección artística y la fotografía son de un altísimo nivel, destacando aquellas secuencias que recrean, con inspiración y admirable oficio, episodios de cruda confrontación bélica.
Pero creo, a pesar de todos los halagos anteriores, que la obra carece de la fluidez necesaria para mantener el interés del espectador de principio a fin. Jeunet introduce elementos de varios géneros cinematográficos (melodrama romántico, comedia ligera, misterio, drama de guerra, venganza, entre otros) que al ser mezclados de forma inconsistente producen un desequilibrio que impide que la pieza tenga un tono definido.
El director pierde tiempo contando algunas historias paralelas que desvían la atención y no aportan nada al relato central. Los innumerables giros de la investigación se hacen interminables, y los elementos de mayor sustancia de la historia son relegados a un segundo plano en beneficio de pasajes cursis y algo superficiales.
“Amor Eterno” es un ejemplo de cómo la maestría visual puede ser seriamente perjudicada por un guión sobrecargado y ostentoso que no decide hacia donde quiere ir.
Ramiro Cardozo B.-