Saw
En mi opinión uno de los géneros más desatinados y carentes de ideas del cine actual es el del terror. La creatividad, coherencia, y sorpresas agradables desde el punto de vista cinematográfico son muy poco frecuentes en este tipo de realizaciones.
Pero, muy de vez en cuando, llega una obra con suficiente peso como para mantener vivas las esperanzas en el tipo de producciones que hicieron famosos a directores como Darío Argento y George A. Romero. Este es el caso de “Saw” la opera prima del joven director James Wan que cuenta la desesperada historia de dos hombres, sin aparente relación previa, que se encuentran encadenados en un nauseabundo baño acompañados por un cadáver que yace en un gran charco de sangre. Ninguno de nuestros dos protagonistas poseen recuerdos inmediatos de cómo llegaron allí, y a los pocos minutos de comenzada la cinta nos damos cuenta que los mismos son victimas de las sórdidas maquinaciones de un psicópata que pretende dar lecciones sobre la importancia de la valoración de la vida.
La interacción de los dos personajes centrales y su desesperado esfuerzo físico y mental para salir de la extrema situación en la que se encuentran (tomando en cuenta las enfermizas pistas colocadas por su captor) constituyen la columna vertebral de una narrativa que maneja con eficacia la tensión y el misterio.
La película no escapa de los tradicionales baños de sangre característicos del terror actual, y posee algunas escenas que las personas con estomago blando pueden considerar desagradablemente graficas o gratuitas, pero destaca sobre producciones del mismo corte ya que se encuentra inteligentemente estructurada, decentemente escrita, bien editada, y no permite que el espectador pierda el interés en los acontecimientos que traslucen en pantalla.
Una buena opción para aquellos que no les importe salpicarse de sangre con inteligencia y buen ritmo cinematográfico.
Ramiro Cardozo B.-
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