Zack y Miri hacen una Porno (Zack and Miri make a Porno)

Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks) son dos grandes amigos que comparten apartamento. Cuando su precaria situación económica les impide pagar la renta y disfrutar de servicios de electricidad y suministro de agua, a Zack se le ocurre la idea desesperada de hacer una película porno casera para de esta forma salir de sus dificultades. Miri, quien al principio se resiste a la idea, termina accediendo a formar parte del alocado proyecto. El dúo consigue a un pequeño grupo de perdedores para que formen parte del elenco y el equipo de producción de su “obra”.

El elocuente titulo del filme no deja dudas que estamos en presencia de una comedia donde la sofisticación y el buen gusto no tienen cabida. Sin embargo, el hecho de que esté dirigido por Kevin Smith (“Clerks”, “Mallrats”, “Chasing Amy”, etc.) puede sonar prometedor. Smith es un director que no le teme al humor vulgar y directo pero parte de su filmografía demuestra que posee la habilidad de transmitir su estilo trasgresor con inteligencia y sarcasmo. Lamentablemente “Zack y Miri hacen una Porno” no es el mejor ejemplo del talento creativo de este particular cineasta.

El filme tiene un ritmo irregular y gran parte de los chistes no funcionan del todo bien. La historia comienza con desenfado y buen pie pero después de media hora la premisa central comienza a desgastarse y la comicidad pierde fuerza de manera categórica. Una de las grandes fallas de la pieza es que Smith trata de mezclar, sin éxito, su fuerte y escatológico humor con elementos tradicionales de comedia romántica hollywoodense. Este matrimonio de estilos no se traduce en pantalla de forma creíble

Elizabeth Banks posee frescura y la bella actriz muestra buenas aptitudes para la comedia, pero el guión no permite que su personaje llegue a ser memorable. Aquellos que hayan tenido la oportunidad de seguir la meteórica carrera de Seth Rogen se darán cuenta que el actor representa el mismo personaje que interpretó en “Virgen a los Cuarenta”, “Knocked Up”, “Superbad”, y “Pineapple Express”. No hay matices diferentes en ninguna de las mencionadas intervenciones. Aunque no se puede negar que el actor puede llegar a ser bastante gracioso, después de verlo hacer exactamente lo mismo en sus ultimas cinco películas, la experiencia se hace algo tediosa.

En definitiva me parece que “Zack y Miri hacen una Porno” es muy decepcionante si tomamos en cuenta las capacidades de Smith. Aunque con pocas expectativas la película se puede ver sin que resulte una tortura medieval, termina siendo una pieza muy mal acabada que se queda corta en sus intenciones humorísticas y románticas.


Ramiro Cardozo B.-

Antes que el Diablo sepa que has muerto (Before the Devil knows You´re Dead).

Las personas que van a las salas de cine, o tiendas de alquiler, buscando películas ligeras que muestren el lado bondadoso y divertido de sus prójimos, deben mantenerse alejadas de “Antes que el Diablo sepa que has muerto”, una durísima obra que muestra la miseria humana de manera categórica y sin contemplaciones.

A sus ochenta y tantos años el gran Sidney Lumet (12 Angry Men, Serpico, Network, Tarde de Perros) sigue demostrando que es un excelente narrador cinematográfico sin miedo a mostrar el lado oscuro de la naturaleza humana. El veterano cineasta nos cuenta la historia de Hank (Philip Seymour Hoffman) y Andy (Ethan Hawke), un par de hermanos con graves problemas financieros, y emocionales, que deciden robar la joyería de sus padres (Albert Finney y Rosemary Harris). Hank, artífice del plan, considera que el mencionado negocio familiar es un blanco fácil, y convence a Andy aduciendo que sus padres no sufrirían ningún perjuicio económico debido a la indemnización del seguro. De más está decir que nada sale de acuerdo a lo planeado.

Lumet maneja un nivel de tensión que mantiene constante, utilizando el recurso de los flashbacks de manera inteligente y efectiva. El camino que recorren sus personajes luce creíble dentro del contexto en el cual se desenvuelven, y la puesta en escena es austera pero precisa, lo que crea un sentido de incomoda realidad que permanece con el espectador de principio a fin. “Antes que el Diablo sepa que has muerto” tiene suficientes elementos para ser considerada una película de suspenso, pero en mi opinión es un estudio sombrío sobre la capacidad de destrucción que tenemos como individuos.

Philip Seymour Hoffman crea a un yuppie drogadicto, y en crisis financiera, que ha llegado a punto de su vida donde las consideraciones morales y éticas han desaparecido por completo. La razón por la cual Hank resulta tan desagradable es porque el talentoso intérprete lo hace creíble. Al construir a un personaje despreciable cualquier actor corre el riesgo de sobredimensionar sus defectos hasta el punto de deshumanizarlo, pero Hoffman se asegura que Andy luzca real en todo momento y esto es uno de los grandes aciertos del relato. Ethan Hawke se mantiene a la altura de su compañero de reparto. Andy es un perdedor menos complicado que Hank pero igual de patético, y Hawke plasma sus debilidades emocionales con total eficiencia.

Albert Finney realiza una buena labor en el rol de padre de los mencionados hermanos, aunque creo que su personaje no luce totalmente acabado. Lo mismo ocurre con la esposa de Hank interpretada por Marisa Tomei. Aunque la atractiva actriz realiza un buen trabajo (y las escenas en las que aparece como Dios la trajo al mundo se agradecen), su personaje está escrito con poca profundidad y esto hace que su participación resulte algo difusa. Sin embargo, las inconsistencias de estos dos personajes no dañan de manera significativa al relato.

“Antes que el Diablo sepa que has muerto” tiene algunos problemas menores en el guión, escrito por la debutante Kelly Masterson, pero es una historia inquietante con secuencias muy bien logradas que se beneficia con la contribución de Hoffman y Hawke en los roles protagónicos y la incuestionable habilidad de Lumet para confeccionar historias que se quedan grabadas en las mentes de los espectadores.


Ramiro Cardozo B.-