Quisiera ser Millonario (Slumdog Millionaire)
Con “Quisiera ser Millonario” Danny Boyle vuelve a demostrar que es uno de los mejores narradores cinematográficos del cine actual. La manera poco convencional en que el director maneja temas mil veces contados es digna de todos los elogios.
En esta oportunidad el director nos brinda una idílica fantasía romántica donde una cantidad de coincidencias poco probables convergen para que unos jóvenes enamorados logren estar juntos. Esta descripción sin duda suena a lugar común, pero Boyle redimensiona algunos elementos tradicionales del cuento de hadas y los desarrolla, de manera magistral, dentro de un durísimo entorno social lleno de miseria e injusticias.
La pureza de un amor ingenuo se contrapone a la realidad de una India caótica. La pareja protagónica se muestra como una especie de símbolo de supervivencia espiritual en un mundo inclemente donde predominan la pobreza y los actos criminales. Boyle mantiene un admirable equilibrio entre los aspectos sociales y el romanticismo de su relato imprimiendo frescura y vitalidad a cada una de sus escenas. Los flashbacks son utilizados a la perfección y la banda sonora respalda el carácter evidentemente emotivo de la historia. La fotografía y la edición son sencillamente impecables.
La hermosa Latika y el fiel Jamal, protagonistas de la historia, son personificados por tres parejas diferentes de actores (con poca o ninguna experiencia previa en cine) con la intención de ilustrar las distintas etapas vivenciales en que ambos interactúan. El trabajo de estos seis jóvenes, encabezados por Dev Patel y Frida Pinto, es lo que sostiene el eje central de la película. La química entre la pareja protagónica es esencial para que un relato como este funcione y el mencionado sexteto logra que la misma se mantenga viva e inalterable durante todo el metraje. También hay que mencionar la gran calidad expuesta por los tres actores que representan a Salim, hermano de Jamal y personaje clave del filme. Interpretes de mayor trayectoria en el cine indio como Anil Kapoor e Irrfan Khandan dan vida a los personajes adultos de la historia complementando de manera muy satisfactoria el espontáneo trabajo de sus compañeros de reparto.
“Quisiera ser Millonario” es una brillante fábula cinematográfica que amalgama elementos aparentemente incompatibles gracias al inmenso talento de Boyle y sus colaboradores. Una película de gran belleza, visual y temática, que no deben perderse los adictos a la magia del buen cine.
Ramiro Cardozo B.-