American Gangster

“American Gangster” nos cuenta la historia de dos personajes que se encuentran en lados opuestos de la ley: Frank Lucas (Denzel Washington), un criminal que se convierte en el Rey de la Heroína en el Harlem en los años setenta, y Richie Roberts (Russell Crowe), el empecinado detective de narcóticos que le sigue la pista.

El filme, basado en eventos reales, nos presenta a Lucas cuando aún era el hombre de confianza de su tutor y mafioso de vieja escuela Bumpy Johnson (Clarence Williams III). Tras la muerte de Johnson nuestro protagonista comienza a evolucionar dentro del mundo delictivo estableciendo contactos directos con productores de heroína en Vietnam y transportando la mercancía con la complicidad de soldados norteamericanos. Esta relación comercial sin intermediarios permite a Lucas vender un producto de altísima pureza (que distribuye bajo el nombre de “Blue Magic”) a la mitad del precio de sus competidores lo que lo convierte en un magnate de sustancias ilegales. Richie, que además de ser detective se encuentra estudiando leyes y llevando una desordenada vida personal, comienza a seguirle la pista a esta nueva droga que circula en las calles tratando de identificar al máximo jefe dentro de la red de tráfico y distribución de la misma.

Gracias a una ágil dirección del veterano Ridley Scott y las impecables interpretaciones de Washington y Crowe “American Gangster” logra ser un filme entretenido que se mueve con fluidez y dinamismo. La época en la que transcurre la historia es recreada de una forma más que competente y Scott imprime intensidad a sus imágenes manteniendo involucrados a los espectadores de principio a fin. Todo lo que se refiere a la carrera criminal de Lucas y a la investigación llevada a cabo por Richie es presentado con contundencia y de forma interesante. Hay algunos pasajes donde el guión, escrito por Steven Zaillian, muestra ciertas debilidades sobre todo en el desarrollo de los personajes femeninos. La esposa de Lucas (Lymari Nadal) y la ex mujer de Richie (Carla Gugino) se encuentran pobremente construidas y no aportan mayor cosa a la historia. La madre del criminal, aunque bien interpretada por la octogenaria Ruby Dee, también luce unidimensional. Pero los puntos flojos del filme son neutralizados por el buen oficio que el talentoso Scott demuestra como conductor del relato.

Denzel Washington derrocha carisma como el mafioso que manteniendo un bajo perfil llega a convertirse en un hombre altamente poderoso. Su personaje es una especie de Padrino que profesa altos valores familiares pero que no repara en utilizar la violencia para eliminar cualquier problema que se le presente. De los dos protagonistas Washington tiene el rol de mayor brillo en el filme y el experimentado intérprete no desaprovecha la oportunidad para lucirse. Russell Crowe desarrolla al Detective Richie Roberts de una forma más contenida pero siempre convincente. Utilizando un aspecto desaliñado, e imprimiéndole a su papel cierto aire de nerviosismo, el actor neocelandés logra transmitir a cabalidad un agudo olfato policial y una persistencia a toda prueba. El resto del reparto realiza una uniforme y sólida labor, destacando Chiwetel Ejiofor como uno de los hermanos de Lucas y Josh Brolin en el rol del corrupto detective Trupo.

“American Gangster” no rompe esquemas en lo que se refiere a historias criminales pero es un filme correcto, muy bien cuidado en su aspecto visual, que se desarrolla con coherencia y un solvente ritmo narrativo. Si bien no se encuentra al nivel de joyas como “El Padrino” o “Buenos Muchachos” es una película que merece ser vista y que seguramente dejará satisfechos a los amantes del género.


Ramiro Cardozo B.-