Monday, January 27, 2020

Guasón (Joker)

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Todd Phillips es un exitoso director, guionista, y productor, cuya trayectoria, hasta ahora, solo se enmarcaba en el campo del humor. Sus trabajos como director incluyen la taquillera trilogía de “The Hangover”, y “Old School” título que consolidó a Will Ferrell como unos de los reyes de la comedia norteamericana. Con “Guasón” Phillips cambia radicalmente su enfoque y nos demuestra que es un artista versátil capaz de desarrollarse en universos mucho más oscuros y complicados.

Arthur Fleck (Joaquin Phoenix) es un hombre con trastornos psicológicos cuya vida transcurre entre sesiones de control periódicas provistas por una institución publica (donde obtiene los medicamentos que controlan su condición), un trabajo mediocre como payaso, y una opaca vida familiar que básicamente consiste en cuidar a su madre incapacitada (Frances Conroy). Adicionalmente a esto, y a pesar de ser inadecuado para relacionarse, nuestro protagonista sueña con ser un comediante, y se siente atraído por Sophie (Zazie Beetz) una madre soltera que vive en un apartamento contiguo. Sus únicos momentos de esparcimiento consisten en ver un programa nocturno conducido por el humorista Murray Franklin (Robert De Niro), por el que siente una gran admiración. A medida que los elementos que sostienen su frágil estabilidad mental van siendo eliminados, por circunstancias adversas y agresiones de una sociedad inclemente, vemos como los impulsos mas oscuros de Arthur comienzan a liberarse transformándolo en el Guasón, un asesino sin remordimientos y con instintos de venganza.

La premisa anterior es desarrollada con destreza por un sólido guion (escrito por el propio Phillips) y una dirección de buena cadencia. Esto respaldado por una impecable cinematografía a cargo de Lawrence Sher, y música conducida por Hildur Guðnadóttir que expresa con claridad los diversos conflictos y desajustes internos del protagonista.

Hay que decir, sin que esto implique un elemento negativo de la obra, que la historia y su desarrollo no son extremadamente originales. Películas sobre personajes perturbados que terminan materializando sus oscuridades tienen ejemplos magistrales en “Taxi Driver”, y “El Rey de la Comedia” de Scorsese, ambas indudablemente referenciadas por Phillips (es obvio que la presencia aquí de De Niro, protagonista de las dos obras mencionadas, no es coincidencia). También me viene a la mente un título más reciente de muy buena factura: “Nightcrawler” dirigida por Dan Gilroy y protagonizada por Jake Gyllenhaal. “Guason” tiene algunas similitudes con estas tres películas. Pero lo que la hace más grandilocuente, y le da personalidad propia, es que utiliza a un personaje masivo, perteneciente al cada vez más popular universo de los comics, como el eje central de su historia. Esto se traduce en mayor amplitud y alcance comercial (se convirtió recientemente en la película censurada “R” más taquillera de la historia).

Sin restarle importancia al trabajo de todos los artistas involucrados detrás de cámaras, lo que hace que esta película sea imperdible es el gran Joaquin Phoenix. El actor brinda una interpretación absolutamente contundente que hace que el arco emocional transitado por su personaje, aunque triste y tortuoso (y para muchos controversial), sea digno de ver y admirar. Aunque los elementos de producción hubieran resultado mediocres, que no fue el caso, el filme aun habría funcionado solo descansando en los hombros de Phoenix. Si bien es cierto que la película tiene detractores, no hay muchos que argumenten en contra de este magnífico trabajo protagónico.

El impacto en taquilla de “Guasón”, como ya mencioné, ha sido arrasador. Pero no todos los que la han visto la aman. Algunos la cuestionan por razones morales, otros porque consideran que trata el tema de la salud mental con superficialidad, otros porque no esperaban tanta oscuridad en una película inspirada en comics, algunos fanáticos del comic que dicen que el relato no coincide con las historietas originales, etc. Sin meterme en profundidades o discusiones filosóficas, mi humilde opinión es que es una película muy bien hecha, que cuenta su historia con buen oficio, involucra al espectador de principio a fin y, como característica para mí inobjetable, ofrece una de las mejores actuaciones del año 2019.


Ramiro Cardozo B.-