Nace una Estrella (A Star is Born)
“Nace una Estrella” apareció
por primera vez en el cine en el año 1937 protagonizada por Janet Gaynor y
Fredric March (esta versión original tal vez sea la más modesta y menos
conocida). Después vendría la versión de 1954 con la estrella Judy Gardland y
el gran James Mason. Ambas versiones se desarrollaban en el mundo de las artes escénicas.
A mediados de los 70s apareció una versión que trasladaba la misma historia del
entorno del cine al de la música, esta vez protagonizada por Barbra Streisand y Kris Kristoffersson.
Conservando como escenario
principal el mundo de la música, ahora nos llega la cuarta versión producida,
dirigida, escrita (junto con Eric Roth y Will Fetters), y protagonizada por
Bradley Cooper. El famoso actor comparte el rol protagónico con Lady Gaga, uno
de los iconos más reconocidos de la música pop actual.
La obra cuenta la relación
romántica entre Jack (Cooper), un famoso y consolidado músico con tendencia a
la autodestrucción, y Ally (Gaga) una talentosa joven que no se atreve a dar el
salto definitivo en la escena musical debido a rechazos previos y a no encajar
con las convenciones de lo que debe ser una cantante exitosa. Con la ayuda de
Jack, Ally logra demostrar su talento y ascender meteóricamente en el mundo del espectáculo.
Durante un tiempo la relación es beneficiosa para ambos, pero a medida que la
carrera de Ali avanza Jack comienza a reencontrarse con sus demonios y a pasar
a un segundo plano en el ámbito artístico. A esto se suma el personaje de Bobby
(Sam Elliot), manager y hermano mayor de Jack quien trata de mantenerlo
centrado y alejado de los vicios que lo desajustan.
La premisa anterior es
manejada con mucho tino y le da la oportunidad a Cooper de hablar coherentemente
sobre adicción, tormentos internos, sensibilidades y visiones artísticas, y los
problemas que enfrenta una pareja cuando sus integrantes se encuentran en
momentos creativos y emocionales diferentes. También hay un comentario sobre
como la industria musical puede despojar a un artista de sus cualidades únicas
en pro de crear un producto de consumo masivo.
Cooper, en su debut como
director, realiza una labor de gran factura utilizando los recursos con los que
cuenta de forma inteligente y fluida. Creo que esta es la mejor versión de esta
conocida historia. No estamos en presencia de un mero remake, sino más bien de
una reinterpretación que habla de temas relevantes de condición humana con una
nueva e interesante vitalidad. Este trabajo permite pensar en un futuro muy
promisorio para Cooper detrás de las cámaras.
Delante de las cámaras
Cooper también se desenvuelve con mucha solvencia creando un personaje
sensible, imperfecto, y sobre todo creíble, que trata de sanar a través de una
genuina relación amorosa pero que no puede abandonar del todo sus tormentos.
Lady Gaga se mueve con naturalidad e imprime profundidad a las motivaciones de
su personaje, además de crear una química irrefutable con su contraparte
masculina. Aunque sin duda es un trabajo muy eficiente, debo confesar que me
parecen exageradas todas las nominaciones a Mejor Actriz que ha recibido en
distintos premios, incluidos los de la Academia. Más aun tomando en cuenta que
trabajos muy superiores como el de Toni Collette en “Hereditary” fueron
completamente ignorados. Sin restarle méritos a la labor de la pareja
protagónica, Sam Elliot en el papel de Bobby entrega la interpretación más
destacada del filme. Elliot aprovecha sus escasas escenas para construir un
retrato conmovedor de un hermano mayor que trata, a veces infructuosamente, de
cuidar y proteger a su ser más querido. Un trabajo memorable de un magnifico
actor que, en mi opinión, muchas veces permanece fuera del radar. Por fortuna, y
muy merecidamente, su desempeño aquí ha captado el cariño y la admiración de
espectadores y críticos.
“Nace una Estrella” ha sido
un gran éxito de taquilla y de crítica. Incluso en su estreno en salas de cine,
hace unos meses atrás, era considerada por muchos como una de las mejores
películas del año. Yo no iría tan lejos. Si tuviera que elaborar una lista
personal de las 10 mejores del 2018, tal vez este título no entraría. Pero esto
no le quita nada. Es una obra sólida, muy bien lograda, que cuenta su historia
con elocuencia y muy buen oficio.
Ramiro Cardozo B.-
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