Rapsodia Bohemia (Bohemian Rhapsody)
“Rapsodia Bohemia” nos habla de la formación, ascenso, y tribulaciones, de la famosa banda Queen. El filme se centra principalmente en la vida de su líder Freddie Mercury (Rami Malek), quien para muchos es el mejor vocalista de la historia de Rock.
La película se ha convertido
en un gran éxito de taquilla y es apreciada militantemente por un gran número
de espectadores. Creo que ese amor incondicional se debe más al fervor hacia Queen y Mercury que a los atributos cinematográficos
de la obra.
La pieza es entretenida, la
reconstrucción de la época muy efectiva, y la edición de gran factura. La
actuación de Malik es energética, dedicada, y cautivadora, muy especialmente en
los últimos 20
minutos. También, y ahora hablo como melómano y gran aficionado del Rock, la
obra tiene el mérito de presentar, a generaciones más jóvenes, a una agrupación
verdaderamente esencial. Queen, sin
lugar a dudas, rompió paradigmas musicales de su época y en sus presentaciones
en vivo impactó con el estilo excéntrico y desenfadado de Mercury y su casi
extraterrestre talento vocal. Todo esto apoyado en el virtuosismo y arreglos de
Brian May en la guitarra, John Deacon en el bajo, y Roger Taylor en la batería.
Interpretados en la pantalla por Gwilym Lee, Joseph Mazzello, y Ben Hardy
respectivamente.
Lo mejor de “Rapsodia
Bohemia” es su cierre. La reconstrucción de la presentación de Queen en el Concierto Live Aid,
realizado en Londres en el estadio Wembley en 1985, es sencillamente
impecable. Esta secuencia permite que como espectador uno abandone la sala de
cine entusiasmado y cargado de buenas vibraciones. Incluso pensando que la
película es mejor de lo que es.
Pero ya analizando en frio,
algunos aspectos no tan positivos salen a flote. Su ritmo termina siendo algo
irregular y presenta momentos ingenuos con falta de definición. Los personajes,
con excepción de Mercury y su prometida Mary Austin (Lucy Boynton), son
unidimensionales y no se les da mucho espacio para respirar. No se ahonda en la
relevancia de May, Deacon, y Taylor. En instancias iniciales parecen solo trazos
incompletos. Aunque más entrado el metraje los tres músicos adquieren un poco más
de peso, nunca terminan de cuajar.
Se ha escrito mucho acerca de
los problemas en la producción. Bryan Singer (a quien, después de disputas
legales, se le dio el crédito de director de la película) al parecer tuvo una conducta
complicada y errática en el set, abandonando su liderazgo en muchas escenas. Lo anterior obligó a Dexter Fletcher
(Productor Ejecutivo) a asumir las funciones de Singer para que el filme
pudiera concluirse. Tal vez esta sea la razón principal de los inconvenientes mencionados
en el párrafo anterior. Adicional a esto, creo que estamos en presencia de una
biografía bastante convencional de una banda y un artista que fueron todo menos
eso. Todo luce muy pulcro y seguro. Freddie Mercury es un personaje
infinitamente más rico, en creatividad y tormentos, que lo descrito en la película.
También la banda fue una entidad más compleja e interesante. Estoy consciente
que cada detalle de su historia no se puede resumir en un par de horas, pero la
materia prima prometía una óptica más sustanciosa.
En cuanto al resto de los
actores involucrados, la intervención más lograda es la de Lucy Boynton en el
rol de Mary Austin, primera pareja de Mercury. La joven hace creíbles los
sentimientos de su personaje hacia Freddie. Primero románticos y después de
profundo cariño y admiración cuando el cantante asume su homosexualidad. Gwilym
Lee, como Brian May, y Ben Hardy, como Roger Taylor, están decentes pero el
limitado arco de sus personajes no da para mucho más. Joseph Mazzello en el
papel de John Deacon es lo peor del reparto. El único mérito que tiene el actor
es parecerse al famoso bajista. Su interpretación no transmite absolutamente
nada, simplemente aparece ante la cámara y ya. En sus escenas encima del
escenario se limita a hacer una mímica mal ejecutada de su personaje. Lamentable
escogencia.
“Rapsodia Bohemia” es una película
disfrutable que se beneficia por centrar el relato en una figura inmortal, acompañándolo
de una música que trasciende los tiempos. Y tiene la fortuna de contar con una
muy destacada labor protagónica de Rami Malek. Pero analizada como un todo
termina siendo un producto promedio que exhibe su historia con una perspectiva restringida,
sin brindar profundidad o ángulos menos explorados de Mercury y Compañía.
Ramiro Cardozo B.-
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