Crash
Los premios Oscar dieron ayer, en su entrega 78, una de las mayores sorpresas de los últimos años al otorgarle la estatuilla dorada correspondiente a Mejor Película a “Crash”, dirigida por Paul Haggis, y protagonizada, entre otros, por Don Cheadle, Thandie Newton, y Matt Dillon.
El filme se desarrolla en Los Ángeles, e intenta retratar las tensiones raciales, que se viven en esta ciudad, a través de un nutrido grupo de personajes pertenecientes a diversas culturas y estratos sociales. La pieza nos ofrece una dura imagen de una sociedad en decadencia, y llena de profundos resentimientos.
Comenzando por los aspectos positivos, creo que “Crash” es una obra valiente que se atreve a exponer los graves problemas raciales existentes en las grandes ciudades norteamericanas donde convergen un gran número de idiosincrasias, y posturas sociales, que no están dispuestas a aceptarse las unas a las otras. Esa voluntad de autocrítica merece respeto. Además, la obra cuenta con muy buenas actuaciones. Todo el reparto realiza una labor comprometida y verdaderamente eficiente. Hasta aquí los comentarios amables.
En mi humilde opinión, creo que la película ha sido extremadamente sobrevalorada. La construcción de las distintas historias que componen el filme me parece algo forzada. Fueron pocos los momentos en los cuales sentí que los acontecimientos se desenvolvían con naturalidad. Es innegable que hay momentos de sobrada fuerza dramática, pero los caminos que conducen a esos momentos me parecieron poco convincentes. El tono global del relato huele a sermón social poco analítico y algo prepotente. Aunque no todas las historias terminan bien, el desenlace tiene un matiz esperanzador que no se corresponde con el hervidero de rencores que el filme plasma, con tanta convicción, en los tres primeros cuartos de su metraje.
No niego que obras con el contenido social de “Crash” sean importantes e incluso necesarias, pero me parece que esta película, en particular, tiene fallas importantes a nivel de realización que no deberían ser ignoradas.
Tal vez la comunidad de Hollywood se sintió en la necesidad de resaltar un filme que toca un tema que afecta directamente a su ciudad y no permite indiferencia, pero creo que la obra de Haggis no tiene los meritos suficientes para ser catalogada como la mejor película de producción norteamericana del año 2005. En una apreciación muy personal, yo diría que no tiene los atributos para entrar en la lista de las 20 mejores de un año que estuvo lleno de producciones adultas, relevantes, y muy superiores en cuanto a calidad cinematográfica.
Ramiro Cardozo B.-
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