Seduciendo a un Extraño (Perfect Stranger)

La incisiva reportera Rowena Price (Halle Berry) comienza a investigar el asesinato de una amiga de la infancia. El principal sospechoso del crimen es el poderoso magnate de la publicidad Harrison Hill (Bruce Willis) quien mantuvo una aventura sexual con la fallecida. Con la ayuda de su amigo Miles (Giovanni Ribisi), experto en computación y hábil hacker, Rowina se infiltra en el mundo corporativo manejado por Hill para de esta manera encontrar evidencias que demuestren su culpabilidad.

La descripción que acabo de hacer de la trama central es bastante común y no suena muy prometedora, pero les aseguro que leer esa insípida sinopsis puede ser mas emocionante que tener que soportar las casi dos horas de absoluta mediocridad que la obra ofrece. Decir que “Seduciendo a un Extraño” es terrible es expresarse de una forma amable y extremadamente considerada.

El filme ha sido mercadeado como una obra llena de suspenso y erotismo, y la realidad es que ambos elementos se encuentran totalmente ausentes. El director James Foley (quien parece haber perdido todo el talento que demostró a principios de los 90 con la estupenda Glegarry Glen Ross) falla en construir una atmósfera que logre generar intriga o algún tipo de tensión sexual que luzca creíble. Todo lo que sucede en la película es forzado, aburrido, y torpe. Los distintos giros en el argumento son presentados con tanta ineptitud que en lugar de producir sorpresa provocan risas o lastima.

En el papel protagónico Halle Berry está sobreactuada desde principio a fin. La actriz no convence ni siquiera por algunos segundos. Desempeños como este pueden arruinar una carrera que últimamente ha estado plagada de desaciertos. En lo que se refiere a sus compañeros de reparto Bruce Willis parece estar posando para un comercial de licores, y Giovanni Ribisi se desenvuelve sin convicción construyendo una caricatura irritante y estereotipada. Este trío realiza una labor realmente decepcionante.

Para mantener uniformidad en el bajo nivel cinematográfico, los elementos técnicos son bastante pobres. No hay nada en la fotografía, edición, y dirección artística que pueda ser destacado de una manera positiva. En conclusión estamos ante una película pésima que no merece la inversión de tiempo y dinero.

Ramiro Cardozo B.-