Tsotsi
Un criminal apodado “Tsotsi” (que en la dialéctica surafricana significa gangster o asesino) roba un vehiculo después de disparar a su propietaria en un vecindario pudiente de la ciudad de Johannesburgo. Luego de salir huyendo se percata que dentro del automóvil se encuentra un bebe recién nacido. Esta circunstancia permite que este frío delincuente comience a reflexionar sobre su existencia y se reencuentre con su humanidad.
Dirigida con gran sensibilidad por Gavin Hood, “Tsotsi” es una historia austera en metraje y diálogos pero rica en profundidad y poesía visual. Con pocas palabras, un notable trabajo fotográfico, y la inspirada intervención del joven actor Presley Chweneyagae el filme llega a conmover con honestidad y sencillez. Los cambios interiores que se producen en el protagonista lucen genuinos y todo lo que acontece en pantalla fluye con muy buen ritmo. Además de retratar con eficacia la transformación emocional de un ser marginal que trata de hallarse a sí mismo, el filme plasma con elocuencia la realidad de una sociedad surafricana de bruscos contrastes sociales donde la opulencia y la absoluta miseria conviven a pocos pasos de distancia.
Otro aspecto bien logrado de la pieza es que redime a su personaje central de forma creíble sin ser condescendiente en lo que respecta a las acciones delictivas que ha cometido. Al final del relato llegamos a respetar a Tsoti por hacer lo correcto en un momento especifico de su vida y comprendemos los elementos sociales que contribuyeron a que se convirtiera en un criminal, pero la bien llevada narrativa del filme no nos permite olvidar que sus actos merecen castigo y que nuestro protagonista debe asumir las consecuencias de su comportamiento antisocial.
Todos los miembros del reparto realizan una labor digna en sus respectivos papeles, pero es Presley Chweneyagae, como Tsotsi, quien se lleva los mayores honores. El actor brinda una interpretación realmente memorable logrando transmitir, a través de un lenguaje predominantemente corporal, los conflictos emocionales y morales de su personaje. No hay nada en el desempeño de este actor que luzca forzado o fuera de lugar. Un trabajo merecedor de todos los elogios.
“Tsotsi” es un filme hecho con dosis equilibradas de inteligencia, corazón, y buen oficio cinematográfico. Una hermosa y muy bien contada historia que trata su duro tema central con elegancia y profundo respeto. Muy recomendable.
Ramiro Cardozo B.-
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