En Busca de la Felicidad (The Pursuit of Happyness)
“En Busca de la Felicidad” es una historia de supervivencia, tenacidad, y amor incondicional. El filme relata la historia de un padre (Will Smith) tratando de mantenerse unido a su pequeño hijo (Jaden Christopher Syre Smith) en medio de una terrible situación económica.
Antes de ver el filme no tenía muchas expectativas en cuanto a su calidad. Pensaba que podía tratarse de una película exageradamente melosa y llena de escenas cuyo único propósito era extraer unas cuantas lágrimas de los espectadores. Seguramente habrá lágrimas en algunas de las personas que vean el filme, pero lo que ocurre en pantalla se siente sincero y logra mantener a raya los artificios melodramáticos comunes en este tipo de relatos.
No hay nada pretencioso en el estilo narrativo utilizado por el director italiano Gabriele Muccino quien cuenta su historia con sencillez logrando que la relación padre-hijo sea el foco principal de todo lo que acontece en pantalla. El cineasta evita agregar elementos que puedan disminuir la fuerza emocional que genera la pareja protagónica permitiendo que todo se perciba de una forma directa, inmediata, y natural.
Pero, sin restarle meritos a lo expuesto en el párrafo anterior, el corazón del filme es el trabajo realizado por Will Smith. El popular actor construye un personaje creíble, de carne y hueso, que arriesga el todo por el todo por conseguir un puesto de trabajo promisorio que lo aleje de una durísima situación financiera que lo mantiene, a él y a su hijo, al borde de la miseria. La angustia que produce una situación tan apremiante es reflejada a la perfección por Smith y su energía frente a la cámara transmite con elocuencia la determinación, persistencia, y aguante de su personaje. El pequeño Jaden se mueve con soltura demostrando un talento innato para la actuación, y el hecho de ser hijo en la vida real de Smith brinda espontaneidad y fluidez a su interacción cinematográfica.
“En Busca de la Felicidad” no es imprescindible, y contiene uno que otro cliché, pero es un filme bien realizado que cuenta una historia de perseverancia y devoción familiar de una manera eficaz y sensible. El buen mensaje de la pieza, y la excelente interpretación de Will Smith merecen la recomendación.
Ramiro Cardozo B.-
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