El Gran Truco (The Prestige)
Ambientada en la Inglaterra de finales del siglo XIX, “El Gran Truco” cuenta la historia de una rivalidad profesional entre dos magos (Christian Bale y Hugh Jackman) que comienzan su carrera como compañeros de espectáculo, y después de un truco fallido, de consecuencias trágicas, se separan convirtiéndose en acérrimos enemigos.
Christopher Nolan (Memento, Batman Inicia) dirige con mano firme sumergiéndonos en una narrativa, compleja y oscura, que en algunos momentos parece algo dispersa, pero que, a medida que va consumiéndose el metraje, se compacta brindando sensaciones de tensión, misterio, e incertidumbre. La historia está llena de secretos y giros arguméntales que se encuentran manejados con inteligencia y buen oficio cinematográfico. La fotografía, vestuario, y ambientación son de una calidad incuestionable.
Nolan devela los elementos ocultos de su relato al final de la pieza, pero en su desarrollo nos da pistas que, si son tomadas en cuenta, nos permiten esclarecer algunos misterios antes de que salgan a la luz de manera definitiva. Aun así el director se las ingenia para que la atmósfera de suspenso no decaiga en ningún momento. Tal vez existan algunos elementos en el filme que al ser analizados con lupa puedan lucir algo débiles, pero en líneas generales el relato es sólido y enigmático.
Bale y Jackman, en los roles protagónicos, brindan un trabajo comprometido y muy bien ejecutado. El virtuoso Michael Caine, como un veterano especialista en la elaboración de trucos mágicos, demuestra una vez más que su talento es inagotable. La hermosísima Scarlett Johanson, en el rol de asistente e interés romántico de ambos ilusionistas, realiza una labor eficiente pero sin mucho brillo. El resto del reparto se mueve con soltura y credibilidad.
En mi opinión, lo más resaltante de la obra es que transmite, de forma clara, la vehemencia enfermiza con la que los protagonistas buscan el acto de magia perfecto, brindando un atractivo retrato de las terribles consecuencias que pueden tener los comportamientos obsesivos. “El Gran Truco” posee algunas inconsistencias, pero termina siendo un filme interesante, bien estructurado y dirigido, que nos habla sobre los oscuros impulsos del alma de una manera hábil y absorbente.
Ramiro Cardozo B.-
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