Miami Vice
“Miami Vice” es un policial, inspirado en la famosa serie de los años ochenta, que nos adentra en el violento mundo del narcotráfico de alto nivel. La película no ha dado buenos resultados en la taquilla norteamericana, y aun antes de su estreno los pronósticos, en cuanto a calidad y desenvolvimiento comercial, no eran los mejores.
Pero a pesar de presentar situaciones ya contadas en otras historias criminales, y de tener algunos cabos sueltos en su argumento, el filme es rescatado por el inmenso talento del director Michael Mann, quien vuelve a demostrar sus grandes habilidades como constructor cinematográfico.
Mann utiliza un estilo visual impecable e imprime un clima de tensión que se mantiene desde el principio hasta el final de la pieza. El cineasta no satura el relato con interminables secuencias de acción, pero muy inteligentemente establece una constante atmósfera de peligrosidad e incertidumbre que no permite que el espectador pierda el interés en lo que transpira en pantalla. Hay momentos en que el director logra que la posibilidad de que algo violento ocurra contenga más adrenalina que una secuencia de acción desbordada. Un ejemplo de esto es la escena ambientada en un tugurio, en Haití, donde se lleva a cabo la negociación del transporte de un importante cargamento de droga.
Colin Farell, como Sonny Crockett, y Jamie Foxx, en el papel Rico Tubbs, lucen creíbles como policías antinarcóticos, aunque es Foxx quien se mueve con mayor solidez a lo largo del metraje. Pero la eficiencia de la pareja protagónica es superada por los actores que interpretan personajes que se encuentran en el lado prohibido de la ley. Gong Li, como astuta negociante de distribución de estupefacientes que comienza una relación comprometedora con Crockett, realiza una muy buena labor. La bella actriz china compensa sus limitaciones con el idioma ingles utilizando un lenguaje corporal que expresa con claridad las diversas emociones de su personaje. El español Luís Tosar, en el papel del magnate de la droga Arcángel de Jesús Montoya, luce amenazante y enigmático en las pocas escenas en las que participa, y el estadounidense de origen latino John Ortiz realiza una labor muy convincente como José Yero, peligroso criminal y hombre de confianza de Montoya. Los actores que representan al grupo de efectivos policiales que respaldan los movimientos de Crockett y Tubbs están correctos en su desempeño.
El guión tiene irregularidades y algunos clichés típicos del género, pero la excelente dirección de Mann eleva el material escrito y hace que “Miami Vice” sea un policial bastante decente, y entretenido, que en términos de realización cinematográfica supera con creces a la mayoría de los filmes de acción que se producen en Hollywood anualmente.
Es indudable que no estamos en presencia de una obra imprescindible, y que Mann no logra el nivel de trascendencia conseguido en obras como “The Insider” o “Heat”, pero para aquellas personas que disfrutan de historias que enfrentan al crimen organizado con representantes de la ley, “Miami Vice” es una buena alternativa.
Ramiro Cardozo B.-
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