Masacre en la Cárcel 13 (Assault on Precinct 13)
“Masacre en la Cárcel 13” es un remake de un filme del mismo nombre dirigido por John Carpenter en 1976. No puedo emitir comentarios comparativos entre ambas producciones ya que no he tenido la oportunidad de ver la original, aunque tengo entendido que es titulo con pocos recursos, artísticos y técnicos, que ha sido catalogado por muchos amantes del B-Movie (o películas de serie B) como un filme de culto.
La nueva entrega, dirigida por el francés Jean-Francois Richet y protagonizada por los reconocidos Ethan Hawke, Laurence Fishburne, y Gabriel Byrne tiene un comienzo promisorio que hace pensar que estamos frente a un filme de acción que se preocupa por desarrollar personajes y situaciones mas allá de las agotadas formulas hollywoodenses.
Desafortunadamente la promesa dura solo unos 30 o 35 minutos para dar paso a una serie de secuencias de acción, coreografiadas con mal gusto y muy poca imaginación, que destruyen la tensión y los buenos oficios iniciales.
Sin dar muchos detalles de la historia, la premisa central es la de presentar a un grupo de personas de lados opuestos de la ley que deben unirse para combatir a un gran numero de policías corruptos que desean terminar con sus vidas. Esta cooperación obligada entre criminales y representantes de la ley para tratar de sobrevivir en condiciones adversas podía haber sido aprovechada de forma interesante e inteligente, pero Richet se conforma con presentar ruidosas acrobacias pirotécnicas que no llegan a ser ni medianamente atractivas a nivel visual.
Ethan Hawke y Laurence Fishburne están correctos en sus respectivos roles, pero sus esfuerzos se ven desperdiciados por un guión pobremente escrito. Gabriel Byrne realiza un trabajo sencillamente terrible en el papel del villano de la historia. El actor parece estar aburrido con su personaje. Un lamentable tropiezo de un competente interprete que ha demostrado su talento en filmes como “Sospechosos Habituales” y “Miller’s Crossing”.
“Masacre en la Cárcel 13” puede funcionar para adictos a la acción descerebrada, pero creo que aquellos que busquen un equilibrio entre balas y entretenimiento inteligente se sentirán decepcionados.
Ramiro Cardozo B.-
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