Mi Única Familia (Hard Truths)
“Mi Única Familia” no es fácil de
ver. Su personaje central puede resultar difícil de seguir para algunos
espectadores y las situaciones que presenta no son complacientes. El filme
nos introduce en la vida de Pansy (Marianne
Jean-Baptiste) una mujer profundamente deprimida que se encuentra en
guerra con el mundo. Sus quejas y agresiones verbales hacia todo aquel que se
atraviesa en su camino son constantes y llenas de ira. Esto incluye a su esposo
Curtley (David Webber) y su hijo Moses (Tuwaine Barrett) quienes han optado,
como mecanismo de defensa, por no contestar ninguno de sus crueles comentarios.
La relación entre padre e hijo, aunque no tan problemática, luce triste y cargada
de resignación. La única persona que trata de combatir la furia de Pansy es su
hermana Chantelle (Michele Austin), quien vive con sus hijas Kayla y Aleisha (Ani
Nelson y Sophia Brown). La dinámica familiar de Chantelle es totalmente opuesta
a la de Pansy. En su hogar existe comunicación y una mirada positiva de la vida,
aunque las circunstancias no siempre sean favorables.
El legendario
director inglés Mike Leigh (“Secretos y Mentiras”, “Vera Drake” entre otras),
quien también es el autor del guion, no está interesado en desarrollar una
trama. Su intención es hacernos testigos de un universo complejo con dos
visiones de familia que se contraponen. Aunque no se describen las circunstancias
específicas que marcaron las vidas de las hermanas, está claro que el
crecimiento de ambas fue conflictivo. Aquí vemos las dos posiciones: Una
dictada por la depresión y el miedo; y la otra por la resiliencia y la
esperanza de que las cosas pueden mejorar.
“Mi Única
Familia” no emite juicios. No sataniza la rabia de Pansy, ni santifica o
sobredimensiona la buena actitud de Chantelle. Examina las dos realidades y
muestra como interactúan una con la otra. Y esto lo hace de forma orgánica, y
en algunos momentos minimalista. Obviamente es más fácil empatizar con
Chantelle pero la película evita presentar a Pansy como la mala de la historia.
Aunque es un personaje difícil de tragar se encuentra tan bien construido que
en algunos pasajes podemos sentir su dolor e incluso tratar de entenderlo.
Todos los
miembros del reparto están muy bien en sus respectivos papeles. Pero es la interpretación
de Marianne Jean-Baptiste la que queda grabada en la memoria. La actriz
desarrolla su personaje con una honestidad tremenda y sin concesiones mostrándonos
un ser roto que ha perdido la conexión con casi todo lo que la rodea. La actriz
ya había trabajado con Leigh en “Secretos y Mentiras” obteniendo una nominación
a los Premios de la Academia como Mejor Actriz de Reparto. Aquí su trabajo es aun
mejor. Para mi es inexplicable que no haya sido nominada a Mejor Actriz en la última
edición de los mencionados Premios.
“Mi Única
Familia” es una buena película. Pero debo decir que puede ser una experiencia
frustrante para algunos. No es un título para entretener o para desconectarse
de los aspectos no tan gratos de la vida. Además, no ofrece un final feliz ni
respuestas concretas acerca de cómo afrontar la depresión, propia o de seres
queridos. Sin embargo, es un drama que expone las adversidades cotidianas con
respeto y buen oficio.
Ramiro Cardozo B.-
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