Monday, April 14, 2025

Anora



Anora (Mikey Madison), prostituta estadounidense de ascendencia rusa, es requerida por el dueño del club nudista donde trabaja para atender a Iván (Mark Eydelshteyn) un joven ruso miembro de una de las familias más ricas y poderosas de su país. Este, atraído por la personalidad y energía sexual de nuestra protagonista, le ofrece una gran cantidad de dinero para que pase varios días con él en una dinámica llena de derroche, alcohol, sexo y drogas. Dentro de este ambiente de desenfreno le ofrece matrimonio y la pareja termina casada en Las Vegas. Una vez conocida la noticia, los padres de Iván (Aleksei Serebryakov, y Darya Ekamasova) deciden viajar a EEUU para anular el matrimonio lo antes posible. Mientras tanto un trio de criminales (Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, y Yura Borisov), que trabajan para la familia, aparecen en la casa donde están ubicados los recién casados para custodiarlos hasta la llegada de sus empleadores. Iván escapa y se inicia una búsqueda nocturna por la ciudad de Nueva York.

“Anora” utiliza la premisa de la exitosísima “Mujer Bonita” (una trabajadora sexual de buen corazón que se enamora de un millonario y hace que él valore las cosas importantes de la vida + final feliz) y la desmitifica a punta de golpes de realidad cruda y sin sensiblerías. Sean Baker (Red Rocket, The Florida Project) dirige y escribe con destreza y compromiso. El artista neoyorquino acciona cambios de tonalidad y géneros jugando con nuestras expectativas. En algunos momentos su película es un relato de juventud desbocada con absoluta franqueza sexual, luego se convierte una comedia física estilo los tres chiflados con un toque de locura contemporánea, se permite hacer algunos comentarios sociales, y termina con un tono triste y poético.

Aunque la obra es manejada con eficiencia, hay una porción que me pareció algo irregular. Todo el proceso de búsqueda de Iván, donde los personajes pasan gran parte del tiempo en un vehículo, se me hizo bastante repetitivo y me cansó un poco. Esto hace que el ritmo sufra y pierda fluidez. Sin embargo, las cosas retoman velocidad y se animan una vez aparecen los padres para recobrar la soltería de su hijo.

Además de los esfuerzos de Sean Baker como director, el otro elemento que hace que “Anora” sea relevante es el trabajo de Mikey Madison en el papel titular. La interprete, que se llevó el Oscar como Mejor Actriz, se desempeña con soltura y naturalidad. Madison transmite la honestidad y el instinto de supervivencia de su personaje con gran claridad. Sin duda, un muy buen trabajo. Como Iván, Mark Eydelshteyn plasma de forma efectiva la absoluta irresponsabilidad y la poca empatía hacia los demás que caracterizan a su personaje hasta el punto de tornarse repulsivo. Yura Borisov como Igor, uno de los tres guardaespaldas /delincuentes, es el otro lado de la moneda. Detrás de un aspecto rudo el actor construye a un individuo que se va sensibilizando con la situación de Anora convirtiéndose en un aliado y vislumbrando un interés romántico. Aunque sus nominaciones a varios Premios como Mejor Actor de Reparto me parecen exageradas, es una digna labor.

“Anora”, que fue galardonada con 5 Oscars (Mejor Película, Director, Guion Original, Edición, y la ya mencionada estatuilla para Madison) es una obra competente que ofrece una óptica fresca de un tipo de historia generalmente llena de clichés y elementos complacientes. Si debo decir que no me parece ni cercana a ser la mejor película del año y que algunos de los Premios que recolectó no los veo del todo merecidos.  Pero no hay que negar que es una película apreciable gracias a la singularidad que le imprime su director y al inspirado trabajo protagónico de Mikey Madison.  

 

Ramiro Cardozo B.-