Monday, February 08, 2010

500 Días con Ella (500 Days of Summer)

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En otras reseñas he comentado que no soy muy aficionado a la comedia romántica. Creo que es un género que repite formulas desgastadas con asombrosa frecuencia principalmente en el cine estadounidense. Sin embargo, de vez en cuando aparece una feliz excepción y ese el caso de “500 Días con Ella”.

El filme nos introduce en la vida de una pareja conformada por Summer (Zooey Deschanel) y Tom (Joseph Gordon-Lewitt). Su historia está contada con gran imaginación y sin respetar leyes cronológicas. Esta forma no lineal de recorrer el romance de nuestros protagonistas se utiliza con la evidente intención de contra poner las distintas etapas emotivas de su relación y establecer las características y diferencias de cada una de estas etapas con claridad. El tono de la pieza es ligero pero nunca simplista ya que no intenta escapar de los aspectos contradictorios, y en ocasiones agrios, que se presentan en las relaciones de pareja.

El Director Marc Webb y los escritores Scott Neustadter y Michael Weber incluyen en el relato fantasías visuales (en algunos casos utilizando animación) que buscan representar el estado anímico de los personajes. Pero inteligentemente estas fantasías nunca se sobre utilizan permitiendo que la imaginación vuele pero evitando que exista una desconexión con la realidad vivencial de los protagonistas.

El filme presenta los encuentros y desencuentros de la pareja alejándose de las narrativas convencionales y utilizando una muy elegante comicidad que nunca pierde energía a lo largo del metraje.

La astuta dirección y el bien cuidado guión de la pieza son respaldados por la labor protagónica de Zooey Deschanel y Joseph Gordon-Lewitt. Aunque el desempeño de ambos es desigual (histriónicamente Gordon-Lewitt luce superior a Deschanel), la pareja logra una interacción creíble en pantalla que permite una conexión directa con el espectador.

“500 Días con Ella” es una obra más que sobresaliente que demuestra que las historias de amor pueden contarse mezclando imaginación y realidad con agudeza y humor de altura. Muy buena opción.

Ramiro Cardozo B.-