Enemigos Públicos (Public Enemies)
Desde el punto de vista visual “Enemigos Públicos” es un filme impecable. La recreación de la época (los años de la Gran Depresión norteamericana), la fotografía, y la cuidada iluminación, son de un altísimo nivel lo que le brinda a la obra una gran elegancia estética digna de admiración.
Sin embargo, me parece que la película no es tan acertada en cuanto a narrativa se refiere. La historia de los últimos días de la vida de John Dillinger (Johnny Depp), notorio asaltante de bancos en los años 30 y especie de Robin Hood para la clase obrera de la época, tiene carencias en cuanto a construcción de personajes y su ritmo es algo inconsistente.
Michael Mann, uno de los mejores directores norteamericanos de la actualidad, se queda un poco corto en sus intenciones de crear un relato intenso con una mezcla adecuada de acción, crimen, y romance. Estos elementos lucen poco cohesionados en varios pasajes de la obra y esto le resta fortaleza a lo que transpira en pantalla.
Dillinger es presentado como una celebridad, un mito viviente, y esta aproximación es atractiva en las primeras instancias del metraje pero se va haciendo cansona y repetitiva a medida que la historia avanza. Me parece que faltó una mejor confección dramática del personaje, algo que mostrara con mayor elocuencia sus motivaciones, que lo vinculara con mayor solidez al espectador. Algo similar sucede con Melvin Purvis (Christian Bale), policía y perseguidor de Dillinger. El personaje es unidimensional y sencillamente aburrido.
Depp muestra carisma y magnetismo en el rol protagónico pero tuve la impresión que nunca dejó de ser Johnny Depp. Más que representar a un personaje me parece que brinda una versión de sí mismo, de su propia celebridad. Christian Bale hace lo que puede con un personaje escrito a medias. Marion Cotillard, como Billie amante de Dillinger, brinda la interpretación de mayor credibilidad de la película pero la relación romántica entre ambos, que comienza con mucha fuerza, se va diluyendo entre un conjunto de situaciones poco interesantes.
Las escenas de acción y los violentos tiroteos están muy bien coreografiados y lucen reales, pero carecen de intensidad o carga emotiva. Mann no logra que nos interesemos por los personajes complementarios así que poco importa quién vive o quién muere.
“Enemigos Públicos” es un filme muy vistoso a nivel estético pero poco memorable como relato criminal. Mann quien ya ha demostrado que puede manejar con maestría este tipo de relatos (“Heat” es un ejemplo emblemático) se muestra con poco pulso en esta oportunidad y nos deja una obra que prometía mucho y ofrece poco.
Ramiro Cardozo B.-
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