Creed
“Creed” representa la séptima ocasión en que el mítico personaje Rocky Balboa (siempre interpretado por Sylvester Stallone) aparece en un largometraje. Pero la particularidad de esta entrega es que Balboa no es el protagonista exclusivo del relato. El filme se centra en Adonis Johnson (Michael B. Jordan) hijo del fallecido Apollo Creed, amigo y notorio rival deportivo de Rocky.
El joven director Ryan Coogler, también autor del
guion, mantiene los elementos más queridos de la franquicia pero se preocupa en
lograr una transición coherente hacia una nueva historia y nuevo protagonista.
El realizador, quien aún no había nacido cuando Rocky apareció en pantalla por
primera vez, mezcla nostalgia con un universo actual creando empatía con
espectadores de distintas generaciones.
Es importante señalar que esta no es una película que
busca ser “diferente”. Aquí están presentes todos los ingredientes
tradicionales de este tipo de historias: El talentoso protagonista que busca su
lugar en la vida y en el mundo deportivo, el
veterano mentor que se convierte en una especie de figura paterna, el
obligado interés romántico, y la climática pelea final.
Lo relevante del trabajo de Coogler es que maneja los
ingredientes mencionados en el párrafo anterior de manera creíble y fresca. El
personaje central se construye con solidez, la evolución de la relación
alumno-mentor se siente sincera, y el personaje femenino (interpretado por la
hermosa Tessa Thompson) tiene profundidad y aporta a la historia. Adicional a
esto, las escenas boxísticas, dentro del cuadrilátero y en los procesos de
entrenamiento, están coreografiadas con una energía diferente a las entregas
anteriores. Coogler escoge rodarlas utilizando planos largos y cerrados evitando
exceso de edición. Esto crea una sensación de intimidad que logra ubicar al
espectador en medio de la acción.
Todas las actuaciones protagónicas son de primer
nivel. Michael B. Jordan desarrolla de manera más que cabal las características
físicas y emocionales de un personaje rebelde que quiere abrirse camino en el
Boxeo tratando de evitar las comparaciones con su famoso padre. Tessa Thompson
aprovecha al máximo su tiempo en pantalla imprimiéndole sensualidad y
determinación a su papel de una joven artista tratando de abrirse camino en la
escena musical de la ciudad de Filadelfia.
Y al lado de estos jóvenes actores está Sylvester
Stallone, que después de 40 años de saltar a la fama en el papel Rocky Balboa
(personaje de su propia creación), vuelve a meterse en su piel interpretándolo
en su momento más vulnerable. Stallone entiende a la perfección su personaje y
transmite sus emociones con una credibilidad sorprendente, y en algunos
momentos, conmovedora. Definitivamente un highlight en la carrera de este
famoso actor.
“Creed” es una película que combina drama, emoción deportiva,
y humor de manera fluida y siempre entretenida. Una historia clásica con sabor
actual que se beneficia de una muy buena dirección y el inspirado trabajo de
sus protagonistas.
Ramiro
Cardozo B.-
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