Ocean's Twelve
En el año 2001 el reconocido cineasta Steven Soderbergh estrenó la película Ocean’s Eleven, un remake de un film de 1960, del mismo nombre, que contaba con Frank Sinatra como figura estelar.
Sin ser una gran película, el remake de Soderbergh superó con creces a su fuente original. Con la ayuda de un reconocidísimo reparto encabezado por George Clooney (en el papel de Sinatra), Julia Roberts, Brad Pitt y Matt Damon, el director logró una historia dinámica, fresca y divertida, que giraba en torno a un astuto grupo de estafadores que planifican el robo de un importante Casino de las Vegas.
El gran éxito de esta cinta dio luz verde a una secuela titulada Ocean’s Twelve que ahora se encuentra dando vueltas por distintas salas de cine a nivel Global.
Tomando en cuenta que esta secuela fue realizada por el mismo equipo que nos trajo Ocean’s Eleven, no era descabellado pensar que esta nueva entrega podría ser un buen entretenimiento, un producto sin pretensiones, pero amable y de buena calidad. Pero lamentablemente todos los pensamientos positivos quedan totalmente destruidos una vez terminada la proyección de esta tediosa experiencia. Soderbergh, en mi humilde opinión, ha realizado la peor película de su carrera y una de las más lamentables secuelas de los últimos tiempos.
Se ha hablado mucho del increíble ambiente que se respiraba durante el rodaje del film. Al parecer los actores la pasaron de lo mejor provocando un gran numero de improvisaciones y chistes personales que fueron filmados e incluidos en el producto final.
No creo que la improvisación en un proceso fílmico sea contraproducente ya que en algunos casos puede producir escenas que superan a lo que originalmente estaba escrito, pero en el caso de Ocean’s Twelve esto no ocurre. El buen ambiente que se genero en el set no se transmite a la pantalla, y el gran porcentaje de escenas improvisadas en lugar de dinamizar la historia la estanca y le imprime matices de incoherencia.
La estructura narrativa es desordenada y sin ritmo. El desarrollo de los personajes es casi nulo, y no hay ninguna actuación que valga la pena mencionar en forma positiva.
Parece que a los involucrados en esta desatinada aventura cinematográfica solo les interesaba pasar un rato agradable con sus colegas de la elite de Hollywood, y llevarse a casa un cheque abultado que no representaba esfuerzo alguno.
En conclusión Ocean’s Twelve es una obra carente del mas mínimo soplo de inspiración y un lamentable descenso de Steven Soderbergh al sótano de la mediocridad.
Ramiro Cardozo B.-
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